sábado, 23 de julio de 2016

Hay lugares en los que una es plenamente consciente
de que no está donde debería:
un ascensor demasiado pequeño,
el metro un lunes por la mañana,
una tristeza incómoda y ajena.
Estos lugares te dicen:
-¿Es que no te has fijado en que éste no es tu sitio?
-¡Mira por dónde pisas!
o
-¿Acaso no sabes dónde deberías estar?
y se ríen.
Es cierto que nunca sé cuál es mi sitio
hasta que lo encuentro.

Ahora una sentencia cruza mi mente como un cometa,
un cometa
por el que soy ignorante y a la vez ignorada.
La frase que trae es aleatoria
pero repetida en el tiempo:
"Yo no debería estar aquí
en una guerra que me hiere pero nunca me salva,
yo debería estar en un país llamado Contigo".




P.D. Os dejo este gran descubrimiento que es en realidad un gran intento de Mónica Giraldo:

 

lunes, 18 de julio de 2016

No estoy mirando tu perfil en Facebook
ni estoy preguntando a tus conocidos sobre ti.
No quiero de ti una definición lejana, ajena, adulterada.
No te quiero así: retratada por otros.
No me importa qué muestras al mundo.
El mundo no te conoce.
El mundo no te besa las lágrimas en los días grises.
El mundo es un señor que se mira a sí mismo.
Tampoco busco definirte: poseerte y encerrarte en una palabra.
¡Como si una palabra fuera una torre!
Te quiero libre, más libre que nunca.
Incluso si más libre significa más lejos.
Me gustas salvaje y despeinada.
No me importa si estabas maquillada el día que alguien sacó una cámara
y decidió:
este instante perdurará más que otros.
Simplemente no me importa.
Sólo sé que hay una luz brillante en ti.
Una luz que no necesita palabras.
Una luz poderosa y dulce
que grita: "conóceme".




 P.D. Os dejo este disco que me encanta. ¡Que viva ese pueblo bonito que es Brasil!

miércoles, 13 de julio de 2016

Somos dos versos libres que se besan
entre haches intercaladas.
La ilógica de lo impronunciable
me parece ahora tan cierta, tan verdadera,
que hago un paréntesis antes de entrar en coma,
antes del punto y final.

Exclamo tu amor a todo el que todavía escuche
la muerte del vacío entre nuestras manos.
Beso tu pelo como respuesta a toda pregunta de tus labios.
Lo mínimo no existe en nuestra sintaxis.
Este país de regazo que acoge tiene tu nombre
tu nombre de lluvia y una duda eterna
en tus ojos.